La Huella de Carbono en el Transporte

La Huella de Carbono en el Transporte

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La importancia del sector de transporte es innegable, ya que permite que las personas y mercancías se desplacen de un lugar a otro de forma rápida y eficiente, siendo un sector esencial para la economía y el bienestar social. Sin embargo, también es un sector que produce grandes emisiones de carbono, lo que lo convierte en uno de los principales responsables del cambio climático. Por esta razón, las leyes de cambio climático y sostenibilidad hacen hincapié en este sector de vital importancia.

Por ejemplo, en la Comunidad Valenciana la nueva ley 6/2022 de Cambio Climático, las empresas transportistas que tienen flotas superiores a 10 vehículos están obligadas a calcular y registrar su huella de carbono. Además, la Ley de Movilidad Sostenible, que actualmente se encuentra en proceso de tramitación en las cortes, establecerá que cualquier empresa que realice un viaje con destino a España estará obligada a calcular e informar de su huella de CO2 al cliente antes de la realización del viaje.

Sin embargo, estas medidas también plantean varios problemas muy evidentes. En primer lugar, ¿cómo podrán conocer la huella de un viaje si muchas empresas no han realizado ningún cálculo de la huella? Y en segundo lugar, y bajo mi punto de vista más importante, ¿qué pasará con el precio de los derechos cuando las empresas de transporte se vean obligadas a compensar su huella adquiriendo estos derechos?

Actualmente, el precio de los derechos de emisión de CO2 está en torno a los 100€, pero si en los últimos 5 años ha subido un 500%, ¿qué sucederá cuando la demanda se triplique o cuadruplique y la oferta no aumente?

Si se obliga al sector de transporte, que representa el 25% del total de emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEI) o casi un 40% del sector de las emisiones difusas, a compensar su huella de carbono, es muy probable que el precio se dispare.

Esto afectará no solo al sector del transporte, sino también a otros sectores, como el de la energía. Cuando no se produce energía renovable y se produce con gas, el precio del kW/h producido tendrá una base de impuesto asociado a las emisiones que puede elevar los precios de la energía eléctrica hasta un límite desconocido. Por eso, cuando escucho a la gente decir que el precio de la luz está por las nubes, pienso que cuando haya una mayor demanda de derechos de emisión, el precio del kW/h se disparará, como dicen los anglosajones, “To the moon”.

Es importante tener en cuenta que el aumento del precio de los derechos de emisión también afectará a la competitividad de las empresas de transporte, especialmente aquellas con flotas más pequeñas. Por lo tanto, es esencial encontrar un equilibrio entre la necesidad de reducir las emisiones de carbono y la necesidad de mantener un sector de transporte eficiente y accesible para todos.

Además de las medidas ya mencionadas, el sector de transporte también se enfrenta a nuevos retos en materia de emisiones y sostenibilidad. Por ejemplo, la nueva normativa Euro7 que entrará en vigor en 2025, incluye las emisiones producidas por los neumáticos y los frenos. Y el objetivo 55 de la UE, que pretende crear un nuevo RDEC (Régimen Derechos de Emisiones de Carbono) incluyendo a todo el sector del trasporte, también para edificios.

Infografía objetivo 55 de la UE

Todo esto implica que el sector de transporte tendrá que adaptarse a una serie de cambios y requisitos cada vez más estrictos en materia de sostenibilidad. Esto puede suponer un desafío significativo para las empresas de transporte, especialmente para aquellas más pequeñas, que pueden tener dificultades para cumplir con los requisitos y los costes asociados. Sin embargo, es importante recordar que estos cambios son esenciales para garantizar un futuro sostenible para todos y que es necesario encontrar soluciones equilibradas que permitan un sector de transporte eficiente y accesible para todos, al mismo tiempo que se reduzcan las emisiones de carbono y se protege el medio ambiente.

En resumen, el sector de transporte es vital para la sociedad, pero también es un sector que genera una gran cantidad de emisiones de carbono. Las leyes y regulaciones están haciendo hincapié en la importancia de reducir estas emisiones y están obligando a las empresas de transporte a calcular y registrar sus emisiones. Sin embargo, el aumento del precio de los derechos de emisión también puede tener un impacto significativo en la economía global y en la competitividad de las empresas de transporte.